Ayer tuvimos ensayo. Y aunque nuestro cantante (Álvaro) estuvo ausente, pudimos avanzar un buen trecho. Sobre todo en ese tema llamado el Nuevo Manifiesto. No es que me haya propuesto sacar una banda de progresivo, pero como que este temita lo desmentiría. Bue...ya lo escucharán. Fue un ensayo de 4 horas, pero muy entretenido, ya que tuvimos un previo viendo los dvd de Transatlantic que muy gentilmente me prestó Gustavo. Hoy lunes tengo que imaginar un final para el Manifiesto que ya dura como 11 minutos. No quiero cansar a la audiencia, sobre todo con algo que no conocen. Creo que el oído de aquí es en extremo pop, así es que canciones de 4 minutos debieran ser la regla. Aunque, no debería limitarme por eso. No se que opinaran uds. Pero es la eterna duda que nos corroe, o hacemos lo que nos gusta o tenemos que darle algo al público. Yo creo que debe de existir un equilibrio entre ambas posturas. Por ejemplo, en el cine peruano veo que los directores tienen un gran desprecio por el público, y ello resulta en películas alucinantemente sotas. Encima como que todos tienen complejo de Orson Welles, quieren redefinir el lenguaje del cine con unas vueltas inútiles sobre argumentos que pueden ser desarrollados tranquilamente en 15 minutos. Eso es algo que quiero evitar, pero tengo una ventaja: yo me puedo dar el lujo de fracasar en un proyecto musical e ir al siguiente sin que me cueste ni un centavo, a diferencia del cine que exige presupuestos que están sobre los 100 mil dólares. Pero el trabajo, es el trabajo. Y estamos invirtiendo un montón en esto.
