Zona de trabajo que busca músicos

domingo, 6 de febrero de 2011

Cántaro 1


Primeros ensayos de Cántaro 1986.
¡Tengo otro peinado!

Me acaba de escribir Oscar Ramírez preguntándome si dispongo de música de mi muy lejano pasado: Cántaro. Eso es remontarse a la época en que Alan García era flaco, joven y creíble. Cuando la plata no venía sola y el futuro iba a ser diferente. Y si que lo fue.

Yo era como cualquier aficionado que tocaba un poquito de bajo. No tenía la mas puta idea de lo que hacía, pero mientras "sonara bien" todo estaba ok. No tenía amplificador, asi es que no molestaba a ningún vecino, salvo a mi madre que me veía todo el día con el maldito instrumento. Fueron tiempos turbulentos para mi. Curiosamente también lo fueron para el país.

Presentación en el Wifala
de Miraflores 1986
 Y Cántaro se formó porque la chica con la que yo salía en esa época era amiga de un patita que escribía sus canciones y a quien yo ya había escuchado antes. Muy en la onda de Silvio Rodríguez. Las antípodas de lo que yo escuchaba. Con una autosuficiencia inversamente proporcional a mi talento, mas un papelito con su teléfono y ganas de hacer algo fue que me aproximé a Javier López Torres.Tengo que decir que nos llevamos bien desde el saque. Y hubo un tema que me pareció era el abanderado de la época: A Golpes de Martillo.

Por supuesto que todo ello pasaba mientras paralelamente el llamado rock subterraneo ya había perdido a sus dos emblemáticas bandas Leuzemia y Narcosis. Pero habían muchos grupos de ese corte circulando por allí. Fue la época de oro de Del Pueblo y del Barrio. La época en que Rio tenía alguna credibilidad artística aún. La época de las maquetas en cassette. La época en que no podías conseguir un instrumento decente. La gente aún escuchaba música en vinilos pero estos se hacían cada vez mas escasos. Ni hablar de cds, eran muy caros. No existían los mp3. Así como aún no existe el tren eléctrico cuya primera piedra se puso en esa época. 

Si hubiera que resumir la historia de Cántaro en unas pocas líneas deberían estas ser: cómo NO se debe de hacer una banda, o cómo hacer buena música y fracasar en el intento. Porque Cántaro fracasó en lo mas vital y básico: su profesionalización. Ello hizo que la banda se hundiera tanto en lo económico como en el olvido de las bandas que existieron en esos tiempos. Ni siquiera figura en algún texto que trate el rock de la época. Y talento había. Richi Susti, el baterista era un Ginger Baker en potencia y Javier era (y es aún) un gran compositor. Daniel F iba a ver los conciertos de Cántaro en el antiguo teatro Magia. Lo mismo que el joven (en ese entonces) poeta Jorge Frisancho. La adaptación que hicimos de Oración de la Víspera le encantó a su autor el recordado César Calvo. Y se tuvo una cierta exposición y benevolencia de los medios .

Pero todo ello quedó en nada. Y creo que esa es una gran lección de vida que solo se aprende con el fracaso.

Pd. Solo tengo ese par de fotos de esa época, Pero tengo todo un archivo que no he digitalizado aún. Lo prometo para la próxima entrada.