¿Por qué recurrir a un blog para hacer una banda? ¿Por qué no ver mejor en los avisos que se publican en internet? ¿Por qué hacer público un proceso que debiera ser reservado? ¿Por qué ir pregonando cual mendigo la necesidad de tener socios musicales? No hay una respuesta segura. O, quizá una si. Me parece divertido. A lo largo de estos años he ido acumulando ideas y temas que me parecen que valdría la pena como un repertorio musical. Y los avisos de internet me parecen incompletos, parciales y muchas veces mencionan en pocas palabras una serie de prejuicios y condiciones que me parecen desalentadores. Creo que la música no tiene edades ni tiempos, que la pretensión ha de ser el escapar de la época en que uno vive para poder expresar lo que nos hace humanos en nuestra condición y pequeños en el universo. Tratar de ir por esa senda que la denominan integridad artística es una ambición no muchas veces realizada, terriblemente compleja y demasiado exigente. Por otra parte ¿por qué no? Si de alguna manera puedo compartir lo que es comenzar de cero un proyecto de este corte, me parece que publicarlo se convierte en una suerte de compromiso y ejemplo (o contra ejemplo, depende del ángulo desde donde se vea) de emprender un proyecto como este.
En fin, es lo primero que les puedo decir. Lo demás, saldrá con los días.
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